Año 1997. Una guerra mundial ha dejado un mundo geográficamente irreconocible (Europa y África han desaparecido), políticamente inestable y descontrolado. En Inglaterra, las continuas revueltas y la ausencia de un gobierno real llevan a grupos fascistas al poder. En este contexto, el control aparece representado por un cuerpo dividido en unidades orgánicas (El Ojo, La Nariz, El Dedo, Las Orejas, La Voz) formando un conjunto jerárquico y preciso que responde a las motivaciones de un Cerebro/Lider. Y frente a este poder omnipresente, un Villano que se decribe a sí mismo como «el Rey del S. XX, el Hombre del Saco, la Oveja Negra de la Familia», un personaje misterioso física y psicológicamente, al que nunca nadie oye acercarse, que habita en un refugio-hogar llamado «Galería de las Sombras», que se cubre el rostro con una máscara y que no tiene nombre,…sólo V.
V de Vendetta es, quizá, la mejor obra del escritor inglés Alan Moore, autor también de From Hell, The League of Extraordinary Gentlemen o Watchmen. Con la colaboración del dibujante David Lloyd y los coloristas Steve Whitaker y Siobhan Dodds, logran dotar al cómic de un entorno lóbrego y misterioso mediante el uso de manchas y sombras, y de colores terrosos casi apagados.
LA MÁSCARA

Viñeta del cómic de Moore y Lloyd
Todos los personajes del cómic se esconden detrás de una (ya ocurría en Watchmen), aunque sólo V la lleva puesta físicamente. La máscara que lleva V es la de Guy Fawkes, un subversivo inglés del S. XVI -XVII que intentó volar el Parlamento Británico: («Remember, remember the fifth of November….).
Al igual que en la obra de Shakespeare, el mundo aparece representado como un teatro, un gran escenario del que los personajes entran y salen como simples figurantes. Como afirma cínicamente el propio V, «el mundo entero es un escenario y todo lo demás es vodevil».
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El cómic fue llevado al cine en el año 2005 con el mismo título. El actor que interpreta el papel de V lleva puesta una máscara durante toda la película por lo que no se le ve la cara pero es Hugo Weaving, el Agente Smith de Matrix (1999), el programa sensible guardian del sistema que nos revela, con esa entonación tan particular (en la versión original en inglés) que, desde el punto de vista de las especies, los seres humanos no se pueden clasificar como mamíferos sino como un virus.