Empezaron a oírse lúgubres advertencias de un inminente hundimiento económico por encima de los eufóricos gritos de los millones que habían saltado recientemente a las clases medias y superiores. Las sugerencias de equilibrar los presupuestos y limitar el crédito a todos los niveles de la economía fueron ignoradas. En vez de ello, el esfuerzo creativo se quemó en situar de una forma tras otra más poder adquisitivo en las manos de una población que había olvidado cómo decirse “espera”, y mucho menos “no”.

 

Aunque parezca un comentario de un  analista  económico  este fragmento pertenece a un clásico de la ciencia ficción, la novela Rama II de Arthur C. Clarke. Es interesante comprobar la  cantidad de citas y opiniones que se pueden ver en esta novela,  situada en el 2130,  en un mundo asfixiado por una crisis económica desoladora, que fácilmente podemos leer actualmente en los periódicos: “El mercado de valores mundial empezó a hacer agua en enero de 2134, y hubo predicciones de un inminente hundimiento. Pero, para la mayor parte de seres humanos esparcidos por toda la Tierra y las dispersas colonias del Sistema Solar, el concepto de un hundimiento así era algo más allá de toda comprensión” 

 

   Mercaderes del espacio, de Frederik Pohl,  está considerada  como una de las mejores novelas de la ciencia ficción. Es una durísima crítica a la sociedad de consumo y nos describe un futuro plenamente vigente, en el que el sistema económico ha devorado al sistema político. Un mundo en el que en la cámara de representantes no cuentan los votos de los políticos sino los de las empresas, donde las grandes compañías ejercen el poder sin intermediarios y la sociedad ha sido estratificada rígidamente en productores, ejecutivos y consumidores.

 

 

 

El argumento de Cazadores de luz, de Nicolás Casarigo,  transcurre en un indeterminado mundo futuro pero con demasiadas semejanzas al nuestro: una sociedad obsesionada por la imagen y el consumo y  la concepción de la ciencia y la tecnología como entidades puestas al servicio de la planificación económica y de los intereses comerciales. Mallik es un amoral vendedor de toda clase de productos, entre ellos, él mismo. Su vida, dedicada a las transacciones comerciales, se ve alterada por el desconocido sentimiento amoroso hacia una mujer aparentemente inalcanzable…

 

En su última novela,  Belén Gopegui, Acceso no autorizado,  nos presenta un libro con aspecto de thriller informático pero que en su interior se encuentra una reflexión sobre la forma de abordar la vida, la deriva de la política, en este caso la degradación de la socialdemocracia y de todo el sistema capitalista, y donde los nuevos medios tecnológicos alcanzan un papel importante. Acceso no autorizado es una fábula en la que un personaje se infiltra en el ordenador de la vicepresidenta con el ánimo de establecer una relación con ella. Una intromisión que saca a la luz, los entresijos del poder y su soledad, y que pone de manifiesto el poder de la economía y la banca sobre los políticos.

 

 

Pero no solo en el futuro se describen  crisis económicas en la ciencia ficción. También hay novelas que  hacen reconstrucciones históricas de épocas asoladas por graves crisis .

 Newton y el falsificador : la desconocida carrera como detective del fundador de la ciencia moderna de  Thomas Levenson combina la divulgación histórica y científica con la narración criminal. Después de una productiva y exitosa  carrera científica Newton  tiene una misión especial:  en plena crisis económica – la novela se sitúa en 1696-,  rodeado de especuladores y funcionarios corruptos e  incompetentes,  deberá luchar contra la plaga de la época, los falsificadores de moneda, ya que había descubierto que una de cada diez monedas que circulaban era falsa.

                                                                                                                                                                  

Ambientada en la misma época está  El jugador de Claude Cueni,  que nos cuenta el ascenso, el auge y la caída  de John Law, un elegante y mujeriego escocés que goza de gran prestigio social gracias a sus habilidades en el juego. Al tener que  emigrar a Francia entra en contacto con una sociedad asolada por la inanidad de sus gobernantes y las maquinaciones de los banqueros y grandes señores. Dotado de un prodigiosa capacidad para el cálculo crea un original “método Law” para regenerar la economía…

 

Y, aunque no sea una novela de ciencia ficción ni tenga tintes científicos, nos gustaría recomendaros una gran novela, o su magnífica versión cinematográfica,  ambientada en la época de otra gran crisis:  Las uvas de la ira, de  John Steinbeck.   Es un clásico de la literatura norteamericana situada en la década de 1930 y  refleja   las consecuencias de la terrible crisis económica tras el crack del 29. La familia Joad, amenazada su identidad y  asfixiada  por la codicia de los grandes propietarios y de los bancos, debe abandonar su tierra y emigrar a California en busca de un mundo mejor.  Una  novela desgarradora pero llena de esperanza que resalta los valores de dignidad y solidaridad.