El día 23 de abril fue elegido como Día del Libro y del Derecho de Autor, por ser el aniversario del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, Willian Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega , en1616. Como es costumbre en este día hacer lecturas de El Quijote y hablar de Cervantes, vamos a recomendar libros que nos dan una visión de la ciencia en los libros y en la época de Cervantes.
En la segunda mitad del siglo XVI se inicia en Europa la que sería llamada “Revolución científica» que tiende a romper con los saberes tradicionales y a sustituirlos por una nueva ciencia. España no participa en los comienzos pero gradualmente se fue incorporando a pesar de las trabas y dificultades impuestas por las personas que ostentaban el poder.
Según Sánchez Ron, las aproximaciones más cercanas que se han hecho hasta ahora de la obra del Quijote a la ciencia, han sido en relación con la medicina. Pero un caballero andante «ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia…; ha de ser teólogo..; ha de ser médico; ha de ser astrólogo…; ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas», explicaba el ingenioso hidalgo a don Lorenzo. Cervantes supo hacer caso de ello con sus múltiples referencias a estas disciplinas. En La ciencia y “El Quijote” se recogen una variedad de contenidos científicos que presenta el texto cervantino, como la astronomía, la botánica, la zoología, las matemáticas, la cartografía, la alimentación o la minería. Dirigido por Sánchez Ron, el ensayo cuenta también con la colaboración de Arturo Pérez Reverte, en este caso como conocedor de El Quijote y la náutica.
Con abundante citas y ejemplos de muchas obras de Cervantes, José Vallés, en Miguel de Cervantes y la física , nos da una visión de la física de la época desde distintos temas: magnitudes físicas ( de longitud, de tiempo, de superficie, de volumen), velocidad y aceleración, el trabajo, el calor, la acústica, óptica, electricidad…todo ello no como un saber teórico sino desde el punto de vista práctico, tal y como lo conocían y lo usaban Don Quijote , Sancho Panza y la gente del siglo XVII.
En El coloquio de los perros , Cipión y Berganza cuentan sus experiencias con los distintos amos que han tenido. Una de ellas la narra Berganza y transcurre en un hospital en el que cuatro personas se lamentan de su situación: un alquimista, un poeta, un matemático y “uno de los que llaman arbitristas”.
El libro El matemático loco de Cervantes se centra en el matemático, el cual sufre locura a causa de su obsesión por las matemáticas : “Veinte y dos años ha que ando tras hallar el punto fijo, y aquí lo dejo, allí lo tomo, y pareciéndome que ya lo he hallado y que no se me puede escapar en ninguna manera, cuando no me cato me hallo tan lejos dél, que me admiro. Lo mismo me acaece con la cuadratura del círculo…”
Y como arbitrista que fue el propio Cervantes, también dejó expuestas en sus obras sus ideas sobre distintos aspectos de la economía, tales como el dinero, los impuestos y el comercio. En La economía del Quijote, se expone el pensamiento económico de Cervantes no solo en El Quijote sino también en muchas de sus novelas. En una carta que manda D. Quijote a Sancho – cuando éste es gobernador de la Ínsula de Barataria-le recomienda que dé mucha importancia a la economía : “Para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras, tienes que hacer dos cosas: la una, ser bien criado con todos (…); y la otra procurar la abundancia de mantenimientos…”
La ciencia y la técnica en la época de Cervantes : libros científicos y técnicos de la Biblioteca General Universitaria de Salamanca Este libro intenta ilustrar que la España de fin de siglo XVI no era ajena a las corrientes científicas de la época, a pesar del tradicional atraso científico español, debido a las nuevas situaciones y necesidades que se estaban generando. “Un príncipe altamente ilustrado-repito, ilustrado- en el trono de las Españas, el caso de Felipe II: un imperio con innumerables necesidades técnicas, algunas perentorias e ineludibles, como la navegación, y un ambiente general de expansión del conocimiento derivado de la revolución renacentista. Todo esto y mucho más aparece en España en la época de Cervantes” (Enrique Battaner, prólogo del libro).